(viene del debate sobre el articulo: "En busca de la unidad perdida")
Estimado “Senior Manager”
Te agradezco tu comentario. Perdona la tardanza en contestar, pero llevo ya unos días de vacaciones disfrutando de las playas de Chiclana.
Antes de continuar, quiero felicitarte por tu blog: ¡enhorabuena!.
Vayamos ahora a tu tesis sobre la murmuración. Al leer tu interesante comentario parece que partas de una idea previa en la que el hombre es bueno por naturaleza, y pierde su condición de bondad según se pervierte con la socialización. Al estilo Rousseauniano, el hombre en su estado de buen salvaje es donde preservaría sus bondades naturales. De ahí interpreto cierta nostalgia: el deseo de reiniciar de cero la sociedad. O volvemos a los salvajes de las islas Trobian, o “los pecados de los hombres” seguirían sin corregir.
Es ésta una tesis interesante, que en cualquier caso debería someterse a una discusión previa a su aceptación incondicional.
Ante esta situación, y con el murmullo del mar de estas maravillosas tierras gaditanas, sólo soy capaz de preguntarme ¿no es la nuestra una posición propia de la arrogancia del “civilizado”?, ¿no es ésta una postura del pedestal del ilustrado? ¿qué pensaría de ésto las tribus, que ya en época de los conquistadores Españoles, eran sojuzgados, torturados, esclavizados y muertos por otras tribus indígenas -mayas, aztecas, etc.-? Los Mayas, por poner un ejemplo, todavía no habían sido contaminados por el occidental. ¿Pero...era esta sociedad más ética que la del occidente de entonces? ¿No despedazaban éstas a sus prisioneros ofreciéndolos como holocaustos vivos a su Dios?.
No sé Senior Manager, le has dado a tu comentario un calado de una profundidad mayor de la que parece a simple vista.
Mi tesis, más bien es, que el ser humano -da igual la cultura en la que esté inmerso- es capaz de todas las maldades y todas las bondades -como ya apuntaban los clásicos griegos-. Luego las religiones -algunas con más “verdad” que otras- intentan con sus postulados sacar lo mejor del hombre (al menos las grandes religiones). Algunos hombres sí consiguen mejorar, otros no. Los hay que incluso, en un verdadero ejercicio circense utilizan la religión para intereses bastardos, temporales, políticos..etc. Las superestructuras en general pueden ayudar, aunque algunas favorecen más bien lo contrario.
Como las empresas. Hay organizaciones que según su estructura y cultura se diría que trabajar en ellas es una buena experiencia. Respetan más la propia naturaleza del hombre. Hay una ecología humana. Otras son un infierno incapaces de retener un talento que se les acaba escapando a raudales.
Pero como en todo, dos claves: Los liderazgos influyen,.... pero nosotros también .
... Otro mundo es posible ...