lunes, 21 de septiembre de 2009

¡Hey Sarah...!



El vídeo es antiguo, pero sigue siendo de rabiosa actualidad.






¿Sabemos manejar la web 2.0.?, ¿Sabemos manejar el pudor hoy en día? (Gran Hermano y diferentes programas que los personajes airean sus vidas privadas públicamente).....¿Qué opináis al respecto?, ¿Es el pudor una mojigatería de hace décadas?

miércoles, 16 de septiembre de 2009

LOS ETHICALS SPIRITS



Hace unos días leía un artículo de Antonio Moreno Ibañez, en el cual aparecía un término que yo leía por primera vez: “ethicals spirits”. Este término lo utilizaba en contraposición a un libro que comentaba: “Animal spirits” escrito por George Arkelof Y Robert Shiller.


“Ethicals Spirits”....ummm! Qué interesante! -pensé en su momento-. He decidido desde entonces apropiarme del término.


Este término describe muy bien lo que pienso de la ética. Es algo que tenemos que desarrollar en esta sociedad de dentro hacia fuera. No se solucionan las crisis, ni los fraudes, ni ninguna pamplina sólo a base de dictar nuevas normas. Me acuerdo de la moda de los códigos de buen gobierno (nos dimos un buen empacho con ellos después de Enron). Años después ¿para qué han servido?. Sólo para maquillar las memorias anuales y quedarnos todos un poquito más tranquilos: ...¡ay.... qué éticos somos!


No, no estoy en contra de los códigos, todo puede ayudar. El peligro está en quedarnos ahí, creyendo que por nombrar un consejero “independiente” lo hemos arreglado todo (...por cierto ¿quien nombra al consejero independiente?).


Los ethicals spirits debe ser un movimiento de personas con unas miras de vida alta, y no con una una visión plana. Las empresas solo funcionan al corto, solo contemplan una dimensión, y por lo tanto son miopes. EL comportamiento ético procede de la persona, que actúa así porque le da la gana y no está dispuesta a comulgar con ruedas de molino, por tener más pasta, más status o reconocimiento social. Otra empresa es posible,... es la revolución de lo ethicals spirits....¿eres tú un ethicals spirits?



lunes, 7 de septiembre de 2009

business school: ¿sólo un negocio?


Mi amigo Julio Estalella, (uno de los profesionales más capacitado que conozco), me ha pasado esta entrevista que el periódico "el mundo" publico ayer. Creo que es suficientemente interesante para reproducirla íntegramente:




ENTREVISTA A RAKESH KHURANA

«Las escuelas se han convertido en un negocio» La voz discordante en la dirección de empresas El profesor de la Harvard Business School considera que la crisis económica ha puesto en entredicho el funcionamiento de estas instituciones y se muestra partidario de acometer cambios profundos.




El origen de esta crisis ha demostrado que algo no funcionaba en las escuelas de negocio». Rakesh Khurana, profesor de la Harvard Business School y autor de estas palabras, se ha erigido como la voz crítica dentro de estas instituciones educativas americanas e identifica a la actual coyuntura como el detonante que ha puesto de manifiesto las carencias de las prestigiosas escuelas de negocios de Estados Unidos. «Estos centros han tenido parte de culpa en la crisis al fomentar la visión a corto plazo y al enseñar a los alumnos que el principal objetivo es que las acciones de su empresa suban de precio», considera Khurana. Lo que ha derivado en que «las escuelas se hayan convertido en un negocio, que no se preocupan por la educación, sino en ser una industria por sí solas».

A partir de este punto, el profesor, uno de los diez principales gurús del management según la revista Fortune, ha iniciado una revolución desde el interior de estos centros al criticar su modelo educativo, puesto que «el espíritu con el que nacieron las escuelas de negocio no es el que tienen ahora». «Estas instituciones se crearon con la idea de ayudar a la sociedad y para dar solución a los problemas globales. También su intención original era crear profesionales a semejanza de abogados y médicos», explica Khurana. Unos ideales que se han ido perdiendo con el tiempo para acabar en «la búsqueda del objetivo final de aumentar el valor de las acciones empresariales y conseguir beneficios a corto plazo».


Los tres problemas


Todo esto ha llevado a que las escuelas norteamericanas sufran tres problemas principalmente, según el profesor de la Harvard Business School: «El primero es que no se deben basar sólo en el puro negocio, sino que deben impartir también nociones de psicología o ética por ejemplo; el segundo es que los estudiantes no ven en estos centros un lugar donde se aprende, sino un sitio donde se teje una red de contactos, y se hace networking. Y por último, no existe un acuerdo entre todos los centros para impartir las mismas materias al alumnado, algo que sería impensable en otras disciplinas como la medicina o la abogacía».

Así, una vez identificados los problemas llega el momento de implantar soluciones para invertir la situación a la que han llegado estos centros de estudios. El profesor aboga por que los estudiantes hagan un juramento hipocrático al estilo de los médicos y abogados: «Como estos profesionales, los estudiantes de MBA acaban teniendo un papel relevante en la sociedad, y por eso deberían guiarse por unos estándares profesionales. Son necesarias ciertas normas cuando el trabajo puede afectar a la sociedad, como es en el caso de las grandes empresas». En este sentido, más de la mitad de los alumnos del MBA de Harvard se han graduado este año realizando este tipo de juramento, y «más de mil estudiantes de 125 universidades del mundo han acabado su formación asumiendo este compromiso. Son los alumnos, no las escuelas, los que están pidiendo el cambio», asegura Khurana, que considera asimismo que «estas instituciones deben ampliar los horizontes de los estudiantes, no reducirlos, como ocurre ahora al fijar el precio de la acción en el único fin que cumplir. Deben tener en cuenta aspectos que ahora no se tienen como el papel de las ONG, la creación de alianzas o la defensa de la opinión pública en la sociedad actual».

En cuanto a los alumnos, el profesor apunta que «las escuelas de negocio tienen que pensar un poco más en la clase de estudiantes que quieren tener, porque si éstos sólo se guían por su codicia y sus ambiciones será fatal para los centros de estudios».

No obstante, esta transformación no queda exenta de dificultades: «Las escuelas de negocios son instituciones con un diseño y un funcionamiento muy arraigados desde sus comienzos, por lo que cambiar este modelo no será fácil. Y más, cuando la crisis ha puesto de manifiesto la calidad de la educación de estas escuelas. Por eso, los cambios deben ser profundos», advierte Khurana.

Dentro del funcionamiento de estas escuelas, el gurú del management destaca un «círculo» que se ha creado, que hace más difícil introducir los cambios: «Los estudiantes se gradúan y trabajan en entidades de prestigio. Esto da relevancia a la escuela, ganan mucho dinero, realizan donaciones a su centro, y a la vez esos trabajadores contratan a las nuevas generaciones. De este modo, las escuelas de negocio acaban moviéndose de acuerdo a las clasificaciones y a los salarios de sus ex alumnos». Sin embargo, la crisis ha desmontado parte de este sistema porque «muchos líderes que han estudiado en estos centros americanos han dirigido compañías que han tenido problemas», expone Khurana, que añade que «cuando comenzaron los escándalos, como el de Enron, no se reaccionó porque el sistema funcionaba bien. Pero la situación ha cambiado».

Con todo, el profesor de la Harvard Business School considera que sus propuestas «no son una visión radical porque las escuelas de negocio han terminado siendo muy distintas a como se las concibió en un principio». «Mi intención no es ser un líder de los negocios, sino ser una conciencia crítica, y hay más gente que piensa como yo».

Rakesh Khurana, profesor de la Harvard Business School, es la voz crítica dentro de las escuelas de negocios americanas. 'From higher aims to hired hands: the social transformation of American business schools an the unfilled promise of management as a profession' es el título de su libro, publicado en 2007, que desató la polémica al criticar el sistema educativo que siguen estas instituciones . Su tesis principal dice que las escuelas de negocio ya no forman a directivos dedicados a la gestión, sino a profesionales expertos en contabilidad y finanzas. Además ha recibido el premio Max Weber Award de la Asociación de Sociología Americana en 2008. El pasado julio, Khurana fue el encargado de inaugurar el Congreso EGOS, el mayor evento sobre 'management' en Europa, organizado por Esade.


fuente: Beatriz Elías (el mundo)

martes, 21 de julio de 2009

Futuro optimista

El profesor Pedro Nueno habla en este video sobre el futuro prospero que nos espera. Futuro que nos da ánimo para seguir adelante incluso en época de crisis (nos espera un septiembre de "aupa"). Además nos abre la posibilidad de emprender aventuras empresariales.

¿Es optimista don Pedro o simplemente hace una lectura pausada de acontecimientos?






Y aquí os lanzo mi última pregunta: ¿basta progresar desde el punto de vista económico y tecnológico?



martes, 14 de julio de 2009

El ejecutivo y el diablo

Llegan las vacaciones y me apetecía poneos una de cine (Pactar con el Diablo). Al Pacino se sale en su papel luciferino y trata de manipular a un ejecutivo que trabaja en un despacho de abogados (Keanu Reeves) Las tentaciones son clásicas ¿os suenan?






Hace tiempo un viejo maestro mío me decía: “mira Pablo desconfía de las personas que se dicen humanistas, ponen al hombre por encima de todo para luego esclavizarlo. Cuídate de los que te proponen dar rienda suelta a tus instintos bajo la excusa de que seas “natural”, solo quieren manipularte. Desconfía de los que te dicen que nunca te sientas culpable, si metes la pata nunca veras necesario sacarla y pedir perdón.” Y terminaba diciéndome: “Quien no se arrodilla , voluntariamente, ante Dios, acaba arrodillándose ante el diablo”...es tu elección.

lunes, 29 de junio de 2009

Los MBA de Harvard prometen ser honrados

“Actuaré con la mayor integridad y haré mi trabajo en conformidad con la ética”. “Gestionaré mi empresa de buena fe, guardándome de decisiones y comportamientos que favorezcan mis estrechas ambiciones particulares pero perjudiquen a la empresa y a las personas a las que sirve”. Estas y otras promesas hicieron más de 400 alumnos de la Harvard Business School el pasado 3 de junio, la víspera de que recibieran su diploma de máster en administración de empresas (MBA) junto con sus otros 500 compañeros de promoción.
Este juramento del MBA, que cuenta con una web propia, es voluntario y carece de respaldo oficial de la Universidad de Harvard. Es idea de uno de los recién titulados, Max Anderson, que en solo un mes de campaña ha conseguido una amplia adhesión entre los demás estudiantes. Tal vez la crisis económica, con las noticias de conductas irresponsables por parte de gestores de bancos y empresas, ha contribuido a este éxito tan rápido. Así, el juramento advierte: “La busca del interés propio es el motor vital de la economía capitalista, pero la codicia desenfrenada puede causar gran daño”.
Frente a la idea, sostenida por algunas autoridades en la materia, de que el único deber del gestor es dar el máximo beneficio posible a los accionistas, el preámbulo del juramento afirma que el fin del MBA es “servir al bien común”. En consonancia con eso, la fórmula dice en el segundo apartado: “Defenderé los intereses de mis accionistas, colegas, clientes y la sociedad en que trabajamos. Me esforzaré por proteger los intereses de aquellos que quizá no tienen poder, pero cuyo bienestar depende de mis decisiones”. De todas formas, la promesa de empeñarse en “crear prosperidad económica, social y ecológica sostenible en todo el mundo” parece, aunque muy a la moda, excesiva para la mayor parte de los titulares de un MBA, aun de Harvard.
Este juramento pretende ser para los administradores de empresas como el de Hipócrates para los médicos. Pero, a diferencia de este, el de los MBA contiene pocos preceptos concretos, lo que, según sus críticos, lo hace ineficiente, señala The Economist (6-06-2009). Lo mismo cabría reprochar, con más razón aún, al juramento de honor adoptado en 2006 por la Thunderbird School of Global Management (Arizona), en el que el de Harvard se inspira. La fórmula de Thunderbird, redactada en común por los estudiantes hace cinco años, es más breve y se limita a enunciar principios; pero está incluida oficialmente en el programa, y sirve de referencia para orientar la enseñanza y juzgar los casos que se estudian. Según el presidente de Thunderbird, Ángel Cabrera, ha contribuido mucho a cambiar las mentalidades.
De todas formas, el juramento de Harvard se acerca al terreno en dos puntos. “Cargaré con la responsabilidad de mis actos y presentaré los resultados y los riesgos de mi empresa de modo exacto y leal. Mi intención no será tergiversar la verdad, sino explicarla de modo transparente y ayudar a los demás a entender cómo se toman las decisiones que les afectan”. El otro: “Conoceré y respetaré, tanto en la letra como en el espíritu, las leyes y contratos que rigen mi conducta y la de mi empresa. Si me encuentro con leyes que son injustas, anticuadas o inútiles, no las infringiré, despreciaré o evitaré abiertamente; intentaré reformarlas por medios respetuosos y aceptables”.
Los demás compromisos son asegurar la continua formación profesional, propia y de los subordinados, y dar cuenta a los colegas del cumplimiento del juramento, y exigirlo a ellos.
El juramento ha quedado abierto a la firma de todos los profesionales del ramo. Hasta ahora se han adherido más de 1.200 graduados, también de otras escuelas de negocios, países y promociones.

fuente: aceprensa

martes, 23 de junio de 2009