domingo, 30 de noviembre de 2008
sábado, 29 de noviembre de 2008
"Se buscan líderes trascendentes"
Artículo publicado en Expansión | |
"Cuando mi padre fundó la empresa hace cuarenta años, ninguno de nosotros tenía un MBA, pero todos sabíamos que había que arrimar el hombro...". Frases como ésta suenan con frecuencia en muchas compañías familiares. Y es que una de las preocupaciones de los empresarios familiares es preservar la continuidad de su empresa, con el sentido de compromiso y los valores que inspiraron a los fundadores. Para conseguirlo hace falta un liderazgo capaz de contagiar esos valores. Pero, a medida que las empresas crecen, esto resulta más difícil y no puede hacerlo una única persona. Cada vez más, el liderazgo está dejando de ser una característica exclusiva de los altos directivos para convertirse en una competencia buscada en todos los niveles de la organización. Si las empresas quieren ser organizaciones donde, en lugar de haber seguidores de un líder, haya líderes que a su vez lideren a otros líderes es necesario un cambio de cultura. Hay que abandonar el enfoque personalista del líder y desarrollar un liderazgo común que trascienda de la cúpula directiva y que llegue a todos los ámbitos de la organización. Se trata de un nuevo liderazgo, denominado trascendente. El líder trascendente es un directivo fuertemente comprometido con el proyecto, que predica con el ejemplo y fomenta el liderazgo en sus colaboradores. Es un generador de líderes. Promueve un sentido de pertenencia (emotional ownership), que consiste en traspasar el sentido de misión a los colaboradores, al nivel de responsabilidad que corresponda a cada uno. A diferencia de otros líderes, además de los incentivos y los retos profesionales atractivos, apela a la necesidad que otros tienen de que su trabajo esté bien realizado, por sentido de misión. Para transformar el compromiso de su equipo en resultados extraordinarios, el líder trascendente crea un sentido de urgencia, concreta unos retos específicos y exige que estos se cumplan por sentido de misión. Pero además, actúa con consistencia, velando por la coherencia entre los diferentes elementos que componen la misión y buscando la excelencia en todos ellos. Y una cosa más: el líder trascendente fomenta el cambio continuo en todos los niveles de la organización puesto que sabe que las competencias y el talento necesarios para realizar con excelencia la misión de una empresa evolucionan de forma constante. Algunos aducirán -y con razón- que, aunque la teoría es atractiva, no es fácil llevarla a la práctica. Efectivamente, el cambio cultural hacia el liderazgo trascendente no se consigue de la noche a la mañana, sino que requiere un aprendizaje tanto de los directivos como de los colaboradores. Las empresas dispuestas a intentarlo deben saber que el liderazgo trascendente se implementa de arriba abajo, empezando por los primeros directivos y bajando en cascada a través de toda la empresa. Para conseguir este despliegue es necesario que exista un "sentido de misión". Será líder aquel que sienta la responsabilidad de sacar adelante la misión de la empresa, independientemente de si es el fundador de la misma, un directivo no familiar o un mando intermedio. El líder trascendente se convierte en un auténtico coach de su gente; impulsa que sus colaboradores se comprometan con la misión de la empresa y se conviertan en nuevos promotores del cambio, es decir, en nuevos líderes. Los subordinados pasan de seguidores a líderes, y el líder, a ser un líder de líderes comprometidos. De esta manera se puede generar un auténtico cambio cultural anclado en el compromiso. Aunque este modelo para generar liderazgo trascendente en toda la organización no garantiza el éxito, es posible y alcanzable a todos los niveles si se dispone de un contexto adecuado. La empresa familiar puede ser un buen lugar para conseguirlo. Pablo Cardona es profesor del IESE | |
jueves, 27 de noviembre de 2008
motivación, ¿herramienta del líder?
El líder ético, sabe que en la motivación tiene su principal arma. Por ello monta su “estrategia” sobre la base de la escucha y la participación. Sabe que las motivaciones no se imponen, por el contrario se descubren, y para ello debe tener una cercanía con sus colaboradores que no tiene el jefe “a palo seco”. En último término sabe, que para motivar el cambio, debe conocer perfectamente cuál es la visión que sus seguidores tienen de la realidad y a partir de ahí debe producirse el cambio, dando sentido a las tareas, a las actividades de cada seguidor, llevando todas las acciones a la consecución de los valores de la meta propuesta. El líder ético (sino es ético no es líder, será otra cosa) sabe que la manipulación es contraria a su acción. Él propone y hace ver con transparencia y claridad unas decisiones, que le comprometen también a él. Una de sus motivaciones en lo relacional es el tratar de ser justo, aunque le cueste, buscando en todo momento conocer la realidad conforme es y evitando los excesos de cualquier índole.
miércoles, 19 de noviembre de 2008
¿es necesaria la ética?
jueves, 13 de noviembre de 2008
Bella: una película para epocas de crisis.
Natalia Sanmartín, escribe en Cinco Días una crítica muy interesante sobre la película Bella. El argumento va de amor, amistad y tribulación. En un restaurante mexicano en Nueva York coinciden un cocinero hispano, marcado por un pasado doloroso, y una camarera norteamericana angustiada por que descubre que espera un hijo. Juntos se ayudarán para poner piezas en los rompecabezas de sus vidas atribuladas.
La película Bella es una ópera prima de un realizador mexicano de 30 años –afincado en Estados Unidos, al igual que el productor y actor protagonista Eduardo Verástegui. Gustará más o menos, pero esta pequeña y emotiva película va por libre y sin complejos. Con un presupuesto de 3 millones de dólares, Bella ha recaudado 8 millones de dólares en Estados Unidos, poniendo un nuevo jalón en las estrategias que puede usar un productor para hacer rentable una película pequeña (más, si cabe, una ópera prima) que se sale del guión “oficial”. El excelente trabajo de la actriz Tammy Blanchard es un compendio de la inteligencia con que los autores de la película han sabido meter presión a una bella historia que tiene puntos en común con Mi familia (1995, Gregory Nava) y la reciente Once (2006, John Carney).
A la pelicula Bella, le han dado los siguientes premios: Premio del Público del Festival Internacional de Cine de Toronto (distinción que han recibido películas como La vida es bella o American Beauty), Premio a la mejor fotografía y mejor actor del Movieguide, Premio del Círculo de Directores de Cine de Hollywood en The Candlelight Forum, Premio del Instituto Smithsonian Latino Center..., la lista de galardones de Bella es inversamente proporcional a los recursos con los que ha logrado salir a la luz esta pequeña producción independiente. Apadrinada, entre otros, por el músico Alejandro Sanz y con Steve McEveety como productor ejecutivo, la película ha sido visionada y apoyada por senadores de los dos grandes partidos de Estados Unidos. Bella se ha estrenado, el fin de semana pasado, en España con mucho exito de taquilla y de crítica.
"Una película que ha cambiado la vida de muchas personas, empezando por la mía', reconoce el protagonista, Eduardo Verástegui, cuya productora está reuniendo un fondo de entre 50 a 100 millones de dólares para producir siete películas más.
Un último apunte, Bella narra la historia de dos personajes que descubren que a veces es necesario perderlo todo para darse cuenta de lo que es verdaderamente importante. Muy recomendable en época de crisis.