lunes, 29 de junio de 2009

Los MBA de Harvard prometen ser honrados

“Actuaré con la mayor integridad y haré mi trabajo en conformidad con la ética”. “Gestionaré mi empresa de buena fe, guardándome de decisiones y comportamientos que favorezcan mis estrechas ambiciones particulares pero perjudiquen a la empresa y a las personas a las que sirve”. Estas y otras promesas hicieron más de 400 alumnos de la Harvard Business School el pasado 3 de junio, la víspera de que recibieran su diploma de máster en administración de empresas (MBA) junto con sus otros 500 compañeros de promoción.
Este juramento del MBA, que cuenta con una web propia, es voluntario y carece de respaldo oficial de la Universidad de Harvard. Es idea de uno de los recién titulados, Max Anderson, que en solo un mes de campaña ha conseguido una amplia adhesión entre los demás estudiantes. Tal vez la crisis económica, con las noticias de conductas irresponsables por parte de gestores de bancos y empresas, ha contribuido a este éxito tan rápido. Así, el juramento advierte: “La busca del interés propio es el motor vital de la economía capitalista, pero la codicia desenfrenada puede causar gran daño”.
Frente a la idea, sostenida por algunas autoridades en la materia, de que el único deber del gestor es dar el máximo beneficio posible a los accionistas, el preámbulo del juramento afirma que el fin del MBA es “servir al bien común”. En consonancia con eso, la fórmula dice en el segundo apartado: “Defenderé los intereses de mis accionistas, colegas, clientes y la sociedad en que trabajamos. Me esforzaré por proteger los intereses de aquellos que quizá no tienen poder, pero cuyo bienestar depende de mis decisiones”. De todas formas, la promesa de empeñarse en “crear prosperidad económica, social y ecológica sostenible en todo el mundo” parece, aunque muy a la moda, excesiva para la mayor parte de los titulares de un MBA, aun de Harvard.
Este juramento pretende ser para los administradores de empresas como el de Hipócrates para los médicos. Pero, a diferencia de este, el de los MBA contiene pocos preceptos concretos, lo que, según sus críticos, lo hace ineficiente, señala The Economist (6-06-2009). Lo mismo cabría reprochar, con más razón aún, al juramento de honor adoptado en 2006 por la Thunderbird School of Global Management (Arizona), en el que el de Harvard se inspira. La fórmula de Thunderbird, redactada en común por los estudiantes hace cinco años, es más breve y se limita a enunciar principios; pero está incluida oficialmente en el programa, y sirve de referencia para orientar la enseñanza y juzgar los casos que se estudian. Según el presidente de Thunderbird, Ángel Cabrera, ha contribuido mucho a cambiar las mentalidades.
De todas formas, el juramento de Harvard se acerca al terreno en dos puntos. “Cargaré con la responsabilidad de mis actos y presentaré los resultados y los riesgos de mi empresa de modo exacto y leal. Mi intención no será tergiversar la verdad, sino explicarla de modo transparente y ayudar a los demás a entender cómo se toman las decisiones que les afectan”. El otro: “Conoceré y respetaré, tanto en la letra como en el espíritu, las leyes y contratos que rigen mi conducta y la de mi empresa. Si me encuentro con leyes que son injustas, anticuadas o inútiles, no las infringiré, despreciaré o evitaré abiertamente; intentaré reformarlas por medios respetuosos y aceptables”.
Los demás compromisos son asegurar la continua formación profesional, propia y de los subordinados, y dar cuenta a los colegas del cumplimiento del juramento, y exigirlo a ellos.
El juramento ha quedado abierto a la firma de todos los profesionales del ramo. Hasta ahora se han adherido más de 1.200 graduados, también de otras escuelas de negocios, países y promociones.

fuente: aceprensa

martes, 23 de junio de 2009

jueves, 18 de junio de 2009

viernes, 5 de junio de 2009

Educación emocional: Antonio Damasio

Antonio Damasio es profesor de la cátedra David Dornsife de Psicología, Neurociencia y Neurología en la Universidad del Sur de California. En este vídeo nos habla acerca del "cerebro como teatro de las emociones". Un documento de interes para cualquier coacher. Que lo disfruteis.

PD: tiene 2ª parte

martes, 2 de junio de 2009

Pedir favores


Pedir favores es sin duda uno de los comportamientos del Líder. Para esto se ha debido crear un clima de confianza en el que la gente da sin pedir a cambio... difícil en los tiempos que corren pero no imposible. El video que os propongo a continuación es de mi amigo Nacho Urrutia y Luis María Calleja. Hablan del libro que sacaron hace unos meses. Todo recomendable



lunes, 1 de junio de 2009

Voluntad y rapidez

Como en este video quien no corre vuela



Sobre la Voluntad


Hablar de la «voluntad» requiere de un tratamiento especial, ya que, desde mi óptica personal  es uno de los pilares del llamado “éxito en la vida”.
En Etimología la palabra voluntad proviene del latín “voluntas”, que tiene como significado: “QUERER”.
A este propósito, formulo algunas preguntas para que las analicemos juntos:
¿Alguna vez pronunciamos la famosa frase “no tengo la voluntad suficiente para hacer esto”?.
¿De modo general, nos falta voluntad para hacer las cosas que «queremos», o es que realmente no las queremos ya que no tomamos la determinación de accionar para conseguirlas?.
¿El miedo nos detiene tanto, que termina dominando nuestra voluntad?.
Existe el mito de que, entre los años 1550 y 1600, unos mil barcos españoles que se hundieron en las profundidades del mar centro americano, llevando tesoros de oro y plata provenientes de América.
Una de las naves españolas llamada “Nuestra Señora de Atocha”, había sido destruida por la fuerza de un huracán y su tesoro preciado fue tragado por las aguas del Mar Caribe.
Mel Fisher (1922 - 1998), un aventurero de nacimiento, había leído “La Isla del Tesoro” y su fascinación de niño lo convirtió en el cazador de galeones más famoso del mundo. Como buzo avanzado montó una base con otros buzos, especia-listas y capitanes de embarcaciones en búsqueda de los tesoros hundidos del barco español El Ato-cha, en las profundidades de los océanos y mares de la América Central.
Mel Fisher buscó incansablemente por las aguas saladas, hasta que su inquebrantable voluntad y persistencia dio su recompensa luego de 16 años.
Habían pasado tres siglos y más de sesenta años de que “Nuestra Señora de Atocha” se hundiera con el tesoro más impresionante luego del hallazgo de la tumba de Tutankamon, en Egipto.
El Océano tiene escondido los tesoros más maravillosos que uno pueda imaginar.
Pacientemente el océano aguarda en silencio que alguien bucee por sus aguas profundas y descubra sus riquezas.
En las profundidades de nuestro interior, esperan también silenciosos nuestros tesoros del Ser, donde se encuentra la mayor de nuestras riquezas con la cual podremos despertar a la conciencia.
La voluntad inquebrantable es el equipo de buceo con el que inicia-remos el descubrimiento más importante de nuestra historia personal, con el propósito de hacerla evidente.
“La Voluntad es la fuerza motriz más poderosa que el vapor, la electricidad y la energía atómica”, dijo el científico alemán Albert Einstein.
Les propongo tomar la determinación de convertir nuestras ilusiones en hechos concretos; de decidir emprender el viaje a lo que realmente queremos en esta vida. La voluntad es aquella fuerza que le da valor a los pequeños esfuerzos que hacemos y es la que nos ayuda, junto con la fe o la confianza de sí, a mover las montañas por más grandes que éstas sean.
Un destacado religioso estadounidense llamado Henry Ward Beecher (1813 - 1887), se expresaba diciendo que “la diferencia entre perseverancia y obstinación es que la primera a menudo se origina en una fuerte voluntad de hacer y la otra en una fuerte objeción”.


Fuente: (Daniel Fernando Peiró)